lunes, 18 de mayo de 2015

El artículo de esta semana de nuestro blog, está relacionado con la Arquitectura, una bellisíma forma de arte, que expresa no sólo un estatus económico, sino una forma de ver y comprender la vida, relacionada con el hecho de vivir y trabajar bajo techo.


MONUMENTOS ARQUITECTÓNICOS








Según el tratado de Vitrubio, (s. I  a. C.) el más antiguo sobre la materia que se conserva, la arquitectura descansa sobre tres principios: la Belleza, la Firmeza y la Utilidad. Según esto la arquitectura se podría definir como el equilibrio entre estos tres elementos, sin que ninguno de ellos sobrepase a los otros dos. 










Pero son muchísimas más las definiciones que los arquitectos han dado de la arquitectura a lo largo de los siglos, sea la famosa de William Morris:” la arquitectura representa el conjunto de modificaciones y alteraciones llevadas a cabo sobre la superficie terrestre en virtud de las necesidades humanas, exceptuando el puro desierto” o la de  Bruno Zevi: “…la arquitectura no deriva de una suma de longitudes, anchuras y alturas de los elementos constructivos que envuelven el espacio, sino que dimana propiamente del vacío, del espacio envuelto, del espacio interior en el cual los hombres viven y se mueven” o la de Luis Barragán: “ La arquitectura es arte cuando consciente o inconscientemente se crea una atmósfera de emoción estética y cuando el ambiente suscita una sensación de biResumiendo, podríamos concluir diciendo que la arquitectura  es el arte y técnica de proyectar diseñar y construir edificios estructuras y espacios con el fin de satisfacer necesidades materiales, y cobijar las diversas actividades del hombre, pero solo es un arte en la medida que  añade cierta belleza a la realización de esa finalidad práctica y así ha sido considerada desde siempre como una de las Siete Bellas Artes.


Todas las culturas humanas han tenido su propia tradición arquitectónica  derivada de su ambiente físico, clima, materiales de construcción etc. o del ambiente cultural, historia, religión, estructura social, etc. Así tenemos ejemplos de construcciones prehistóricas, medas, persas, egipcias, griegas, etruscas, romanas, incas, por citar algunas de la Edad Antigua; rusas, bizantinas, arábigas, románicas, góticas, barrocas, neoclásicas, entre otras de las Edades Media y Moderna hasta llegar al s. XIX en que con las disponibilidad de nuevos materiales como consecuencia de la Revolución Industrial aparece la llamada Arquitectura del Hierro o Metálica. A pesar de la pronta incorporación del hierro en la construcción de obras de ingeniería como puentes muy famosos por todos conocidos, los arquitectos siguieron usando los materiales tradicionales y los académicos consideraban estas obras “de mal gusto”. Fue la ingeniería industrial la que desechó definitivamente la madera y empleó masivamente el hierro fundido y el ladrillo como materiales.




Sería prolijo y harto complicado exponer, ni tan siquiera enumerar en breves líneas, los movimientos y estilos arquitectónicos que han ido apareciendo en los últimos años del s. XIX y a lo largo del s. XX y cómo han ido evolucionado. En 1936 se acuñó en E.E.U.U. el término Estilo Internacional para designar las arquitecturas que comparten las características formales más puristas del Movimiento Moderno. Se caracteriza en lo formal por poner su énfasis en la ortogonalidad, el empleo de superficies lisas, pulidas, desprovistas de ornamento, con homogeneidad de materiales presididos por el hormigón armado, el acero laminado y el vidrio plano en grandes dimensiones. Los espacios interiores son luminosos y diáfanos. El término triunfó rápidamente en el mundo anglosajón, pero al no poseer características peculiares de un país o de una cultura concreta, se universalizó y es transferible a cualquier lugar del mundo.







Durante las últimas décadas del pasado siglo, surge la idea de optimizar los recursos naturales de tal modo que minimicen el impacto de las edificaciones sobre el medio ambiente y sus habitantes, lo que ha cristalizado en la llamada Arquitectura Sostenible o Arquitectura Verde. Y por último citaremos la Arquitectura Biónica idea surgida ya en el s. XXI que defiende líneas curvas y matemáticas fractales como las que se dan en la naturaleza en oposición a los tradicionales diseños rectangulares.


domingo, 26 de abril de 2015

UN EXCEPCIONAL CUADRO DE RUBENS

Un artículo breve pero muy explicito dedicado a El Triunfo de la Eucaristía, una alegoría en favor de la Iglesia católica contra la Reforma y sus protagonistas.


En torno al año 1625 las relaciones entre  la infanta Isabel Clara Eugenia, gobernadora de los Países Bajos españoles, y Rubens eran excelentes, hasta tal punto que encargó al pintor el diseño de una serie de veinte tapices con destino al Monasterio de las Descalzas Reales de Madrid, fundado por Doña Juana de Austria, donde se conservan.

Todos los diseños, pintados sobre tabla, tratan del tema de la Eucaristía, dogma principal del catolicismo que la infanta defendía. Rubens realizó varios bocetos preparatorios para esta serie, que se encuentran entre lo mejor de toda su producción y muestran su característica expresividad y vitalidad así como un gran conocimiento de las obras de arte de la Antigüedad y el Renacimiento.

La serie tenía como tema el Triunfo de la Iglesia sobre sus diferentes enemigos: el paganismo, la herejía, la ciencia y la filosofía. A la hora de juzgar estos enemigos, situémonos en el Barroco para comprender mejor el encargo. El Triunfo de la Eucaristía sobre la Herejía es el más dinámico de la serie, destacando las diagonales y los escorzos tan del gusto del maestro, aún más marcados por el claroscuro y la intensidad del color.

La Verdad, representada como una mujer de rubios cabellos, es elevada por encima de las disputas de los hombres en el Tiempo. A sus pies caen los herejes, identificados en los rostros de Calvino y Lutero. La escena está pintada como sí de un tapiz se tratara, situándose entre las columnas salomónicas de los extremos, sujetas a un arquitrabe por anillas o angelillos, disposición totalmente barroca que recuerda a Rafael.

Las figuras se sitúan en primer plano, ocupando todo el espacio. El león y el zorro que luchan en primer plano, símbolos de fuerza y de astucia, están colocados fuera de la escena principal, reforzando la idea de que ésta es un tapiz. Al estar colocados ambos animales más cercanos al espectador hace que nos sintamos involucrados en la composición y participemos en ella. El Triunfo de la Iglesia y el Triunfo de la Eucaristía sobre la Idolatría también forman parte de la serie.  Redacción



miércoles, 1 de abril de 2015



UN NUEVO VOLUMEN EN PREPARACIÓN
MUJERES CON ARTE

Mujeres con arte... en el siglo XXI es el título de esta obra donde podrán participar todas aquellas pintoras, esculturas, grabadoras, dibujantes, etc., que quieran mostrar su imaginación, su técnica y por supuesto su creatividad en el siempre apasionante y a la vez complejo mundo del arte.
Un volumen que será publicado con la calidad y profesionalidad a la que la editorial de la misma tiene acostumbrados a sus suscriptores y lectores, con más de 30 años en el mercado, siendo el magazine decano de todas las publicaciones que sobre arte existen en España.

Toda mujer artista que desee participar en el mismo, sólo tiene que contactar directamente con la dirección de la revista, cuyos datos se facilitan a continuación:

REVISTA GAL-ART
C/Armonía, 14
44596 La Fresneda (Teruel)
Tel. 978.85.45.50 – 639.42.11.78



El artículo de esta semana lo dedicamos a las mujeres fotógrafas. A las féminas que con profesionalidad, pero también sensibilidad, 
captan  las imágenes a través de la razón, el corazón y el espíritu.

Un artículo publicado en uno de los números de la revista Gal-Art de mediados de 2014

MULIERES VIDENTIS

Cada vez más utilizamos las imágenes para expresarnos y para relacionarnos entre nosotros. El lenguaje visual está ganando terreno en nuestras prácticas cotidianas y se está convirtiendo en forma de comunicación prevalente. Las posibilidades técnicas que tenemos a nuestro alcance para crear, reproducir y transmitir imágenes a través de medios audiovisuales y soportes multimedia, cada vez más asequibles y amigables, nos están convirtiendo en productores y consumidores compulsivos de fotografías y videogramas. Cada vez más, aprendemos lo que conocemos a través de las imágenes.



Para describir este fenómeno, el filósofo y sociólogo italiano Giovanni Sartori acuñó en
1997 el término homo videns. Según su fascinante teoría, la humanidad habría entrado en una nueva era, en la cual el lenguaje perceptivo por imágenes habría substituido el lenguaje conceptual fundado esencialmente en la palabra. Este predominio de la imagen sobre la palabra estaría llevando a cabo una verdadera mutación genética del ser humano.
Dicha mutación nos estaría convirtiendo progresivamente, del antiguo homo sapiens, producto de una secular cultura escrita, en un nuevo homo videns, producto de una cultura esencialmente visual.





Según la teoría de Sartori, los hombres y las mujeres que vivimos en el siglo XXI formaríamos parte de una nueva especie, típica de una nueva edad histórica, la del homo videns. En este post propongo que nos apropiemos de esta definición, que la robemos, y que la utilicemos como clave interpretativa de nuestro tiempo; dilatando su alcance semántico y simbólico hasta incluso romper sus límites originales. Lo que vamos a hacer, por lo tanto, es liberar esta definición de su connotación estrictamente científica y declinarla al femenino, para que podamos hablar no sólo de «homo videns» sino también de «mulier videns».


Partiendo de esta revisión del concepto de homo  videns de Sartori, lo que se expone a continuación es un diálogo visual entre cinco mulieres videntis: cinco miradas fotográficas femeninas del siglo XXI, que están interpretando el mundo actual desde una perspectiva muy personal. Cinco artistas, de edades diferentes y con trayectorias diferentes, que están desarrollando en estos años un discurso visual de gran calidad, con resultados estéticos y poéticos, en mi opinión, excelentes. Buena visión.

Por orden de imágenes insertadas,
Anna Di Prospero, nacida en Roma en 1987, es la fotógrafa revelación del panorama artístico italiano de los últimos años; la francesa Maia Flore (1988), la considero una de las jóvenes fotógrafas actualmente más interesantes; admiro a María Sánchez (Ávila, 1977) por la profundidad de su poética de la desaparición, desarrollada a través de una economía de recursos visuales extrema, casi austera;  Irene Cruz (Madrid, 1987) pertenece a la así llamada Generación Y (la de los nacidos en las décadas de los ochenta y noventa); y Karina Beltrán (Tenerife, 1968), su inicial formación pictórica sigue influyendo en su mirada fotográfica y a menudo se hace patente en su dibujos, pinturas y obras híbridas en las que las técnicas se confunden en un diálogo plástico constante y complejo. Mario Nicolás

martes, 17 de marzo de 2015

Un nuevo artículo para nuestro blog, como siempre, extraído de uno de los últimos números de la revista Gal-Art.

Un merecido reconocimiento a un singular pintor y dibujante.


HOMENAJE A JOAN BARBERÀ

A finales del 2013 nos dejó un artista de gran sensibilidad, meticuloso, preciso, perfeccionista, irónico, todo un ejemplo de fuerza y superación vital, una persona integral tanto en su forma de vivir como en la de trabajar. No era artista por formación, sino que fundamentalmente lo era por vocación por las artes en general y plásticas en particular. Pintor de origen, excelente y distinguido grabador en el arte más importante de su vida.

Nacido en el 1927 su trayectoria ha sido fértil y larga. Ha trabajado en todos los campos: en el del grabado, la pintura, el dibujo, la bibliofilia, la edición de libros... es decir, un claro sentir por todo aquello que son las artes en papel y esta concepción global del arte. Fue nombrado miembro académico en el 2002 para la Real Academia Catalana de las Bellas Artes de Sant Jordi de Barcelona.


Presenta una obra rigorosa, virtuosa, profunda con gran sensibilidad que denota sus conocimientos técnicos al servicio de una intensa creatividad. Conocedor del estilo clásico, evolucionaba hacia un estilo personal propio, de formas y colores, estructuras y significaciones. En efecto, el gran conocimiento que tiene de las diferentes técnicas gráficas hace que de sus obras emerja una calidad matérica difícil de igualar. Barbarà es como un alquimista, que descubre nuevas fórmulas y métodos en aras de transformar la materia. Tanto sus veladuras como los pigmentos y collages contribuyen a hacer posible un todo unificado, sereno y coherente. Su buen hacer queda latente en sus pinturas de bodegones, en grabados como la serie «Negre sobre Negre» o los de la temática de la antigua Grecia y en sus libros de Bibliófilo: «De París a Olot» o de «Eivïssa, Esguard sobre les Pitíuses».


Nos dejó durante su retrospectiva dedicada a la Mediterránea en el Museo de Montserrat, presente en la sala Pere Daura, comisariada por su hijo Tristán Barbarà y Francesc Miralles. Exposición itinerante e internacional, está prevista que vaya a Francia e Inglaterra: al Museo Goya de Castres, la National Gallery de London y la Bibliothèque Nationale de France. La muestra tiene como fiel conductor la temática de la Mediterránea, seguramente su gran pasión, la naturaleza en sí: paisajes, montañas, árboles, arquitectura y personajes.



Nacido en un momento clave de la historia del arte en Cataluña. Con 16 años inauguró ya su primera exposición en una sala de Sarria cuando corría el año 1943, junto con nombres reconocidos como Joan Ponç y Arnau Puig y todos aquellos que son la antesala de los miembros de Dau al Set. Empezó trabajando en Barcelona, su ciudad natal, en el taller de Francesc Mèlich. Posteriormente al igual que los artistas Modest Cuixart y Antoni Tàpies en 1956 recibió oportunamente una beca del Instituto Francés de Barcelona y marchó a París a trabajar en varios talleres calcográficos. Esta etapa fue su cuna de aprendizaje, donde vivió intensamente la relación con el mundo de los artistas de las vanguardias y aprendió y profundizó en todas las técnicas del campo del grabado. 




Lo hizo en los mejores talleres posibles de la época: en el taller de Georges Leblanc y en el de Roger Lacourriere. Luego creó junto a Lluís Bracons el Atèlier de Recherches Plàstiques et Téchniques Calcographiques. En 1966 el editor Gustavo Gili lo llamó para que llevara su Taller de Grabados. Más tarde sería Maeght quién solicitaría su sabiduría hasta que en el 1973 se trasladó a su definitivo taller propio, el Taller 46 Barbarà, donde los artistas que van a crear allí, no encuentran límites, pudiendo realizar desde grabados para libros para bibliófilos hasta obras de dos metros de dimensión. El taller continua vigente y perdura con sus tres hijos Virgili, Tristán e Isolda y sus tres nietos Pau, Guifré y Om.



La mezcla de síntesis de artesano y artista de Barbarà, unido a lo que aprendió, profundizó, experimentó y convirtió en un ilustre el proceso del grabado, propició que muchos de los artistas contemporáneos de inclinaciones más diversas requirieran su colaboración: Miró, Beuys, Cuixart, Picasso, Chillida, Dalí, Chagall, Matisse, Mason, Hartung, Fontana, Vasarely, Saura, Ponç, Tapiès, Barceló o Plensa, por citar algunos. Esta relación fue posible por sus conocimientos, por su entusiasmo y humildad, porque supo plasmar y tratar la idea del artista en una plancha para ser estampada y crear un grabado, una obra de arte. G.A.

miércoles, 11 de febrero de 2015

Que una mujer retrate a mujeres no es para nada habitual, ya que en la mayoría de ocasiones, los hombres son los que han asumido ese rol dentro del arte. No obstante, a lo largo del siglo XX, las féminas fueron tomando poco a poco las riendas de pintar mujeres, y en verdad que resulta de lo más aleccionador, contemplar como la artista retrata a la mujer.

Melisa Forman es un claro ejemplo de lo que se acaba de mencionar. Sin embargo, juzgue el lector si la visión que expone de la mujer, se aviene o no a los cánones establecidos por los hombres.

Como siempre, este es uno de los artículos de fondo aparecidos en un reciente número de nuestra revista GAL-ART









Melissa Forman creció en Uniontown, Ohio, una pequeña comunidad cercana a Akron. Por entonces Uniontown era principalmente una comunidad agrícola con unas pocas zonas construidas. Como tal, ello proporcionó a Ms. Forman amplias y tranquilas vistas. Había también allí una numerosa población Amish con frecuentes viajes a caballo y calesa.















“Pasé la mayoría de mi infancia en el exterior. Mi hermana y yo solíamos salir por la mañana y solamente regresábamos a casa para comer o cuando nuestra madre nos llamaba por los campos. Montábamos en nuestras bicicletas por cualquier sitio o tomábamos caminos hacia nuevos e interesantes lugares. Siempre he amado la naturaleza y pienso que aquello es en parte el motivo. 









Deseaba y sigo deseando estar al aire libre como una chiquilla. Definitivamente creo que aquello ha inspirado mi forma de hacer arte. La Naturaleza siempre me ha interesado e inspirado para hacer bellas cosas. Desde niña fui muy tímida y crear era mi manera de comunicarme con el mundo. Siempre se me ha dado mejor hablar con imágenes.” Melissa Forman.

Ms. Forman ha dibujado y pintado desde los catorce años. Asistió al Colegio de Arte y Diseño de Columbia, y se graduó con una Licenciatura en Bellas Artes en 2002. En la actualidad vive en Cleveland, Ohio,  donde trabaja.












Con el tiempo Melissa Forman se sintió fascinada por todas las creaciones Disney. Por entonces tenía sueños de convertirse en animadora. Más tarde pasó a “Calvin and Hobbes” y después a las ilustraciones de fantasía y horror de John Singer Sargent. Actualmente se inspira en fotografías de moda, en trabajos surrealistas de arte pop así como en el arte renacentista.

“Siempre me han gustado dibujar gente o personajes y representarles en muy diferentes aspectos.” 










Ms. Forman actualmente pasa sus días trabajando como ilustradora comercial y sus noches creando un rico mundo de color, textura y composición. El mundo natural a menudo le  proporciona un variado telón para sus por naturaleza melancólicas damas.

La mayor parte de sus temas son retratos femeninos. Su serie “She Who” presenta a muchas de estas mujeres en composiciones en el bosque.

martes, 6 de enero de 2015


El blog de la Revista Gal-Art inicia su andadura por el 2015, con un artículo dedicado a la fotografía, y concretamente a un aspecto poco habitual en este ámbito: las marinas, y que fue publicado en la sección 
FLASH PARA UN LIENZO

Hermosas y bucólicas imágenes que nos invitan a navegar por las
 realidades de la imaginación, y los senderos del ensueño, deseando todo lo mejor para este 2015 recién iniciado.




El mar y el cielo, uno en lo alto, el otro abajo, siempre aquí separados y allá, en la lejanía, siempre unidos. Nada tan versátil, tan cambiante, tan polícromo como estos dos compañeros. El cielo manda: ayer, nubarrones oscuros, cárdenos, hoy, azul tranquilo, sin fisuras, luego celajes blancos, más tarde rojos o amarillos que el sol ya se va, después morados, violetas…y por fin, negro…, pero ya salió la luna. 







Y el mar obediente, a veces, va siguiendo  los cambios de su caprichoso compañero, pero otras se muestra travieso y juega a los contrastes. Para un espectador, este juego de luz y color es una de las imágenes más bellas que nos ofrece la Naturaleza, pero para un pintor es además, uno de los grandes retos del que sólo salen airosos los mejores. 







El mar ofrece al artista muchas más posibilidades: playas de dorada o blanca arena, acantilados rocosos o plenos de vegetación, barcas de pescadores con sus relucientes colores, o varadas y envejecidas…Los que sois aficionados al arte, con seguridad  podéis completar esta lista, sin olvidar las ciudades o pueblos que baña.









Para los que como quien escribe estas letras nacieron tierra adentro, el mar siempre ejerce fascinación y espectáculo. Para los que han nacido en sus orillas, el mar es su hogar y si se alejan, lo añorarán por siempre. Así lo cantaba Alberti en sus poemas “Marinero en Tierra”






El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños la marejada
me tira del corazón.
Se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?
Gimiendo por ver el mar,
un marinerito en tierra
iza al aire su lamento:
“¡Ay mi blusa marinera!
Siempre me la inflaba el viento
al divisar la escollera”.

Rafael Alberti